Leonardo de Jesús Pérez: Una historia de perseverancia, superación y gloria

Desde el estado de Tlaxcala, Leonardo de Jesús Pérez Juárez, ha forjado una trayectoria ejemplar en el Deporte Paralímpico y en su desarrollo académico, para convertirse en una inspiración y orgullo nacional.

Con 32 años, Leonardo de Jesús Pérez no solo demuestra su talento en el Para atletismo, también emprende el desafío académico de estudiar la Licenciatura en Metodología Aplicada al Deporte.

Su camino en el deporte inició a los 11 años, cuando el entrenador Martín Díaz López llegó a su municipio con el propósito de reclutar a jóvenes con discapacidad para competir en las Paralimpiadas Nacionales, ahora conocidas como: Paranacionales CONADE. En ese momento Leonardo descubrió el Para atletismo, un deporte que le permitió desafiar sus propios límites y alcanzar velocidades que nunca imaginó. Con disciplina y constancia destacó entre sus compañeros y comenzó a entrenar con mayor frecuencia, consolidando su pasión y compromiso con el deporte.

“Fue un proceso en el que me identifiqué mucho con el Para atletismo, especialmente en las pruebas de pista, debido a mi discapacidad en la que utilizo una prótesis para poder trasladarme; lo que no podía hacer con la prótesis lo hacía con la silla de ruedas y debido a este sentimiento es que decido quedarme en este deporte”, compartió el doble medallista paralímpico para el Comité Paralímpico Mexicano (COPAME).

Su esfuerzo y dedicación lo llevaron a competir en eventos nacionales e internacionales, alcanzando marcas que lo acercaban a la elite mundial. Su participación en los Juegos Paralímpicos ha sido una demostración de su talento y tenacidad: en Londres 2012 conquistó el bronce de los 800m T52 y en Tokio 2020 logró ese mismo metal, pero en 100m T52, para consolidarse como un referente en el deporte paralímpico nacional. Además, en los Juegos Parapanamericanos Santiago 2023 logró la medalla de oro en los 400m T52, para cumplir su sueño de hacer sonar el Himno Nacional de México.

Sin embargo, su camino no ha estado exento de desafíos. En los Juegos de Río 2016, una avería en su silla de ruedas puso a prueba su determinación. Pudo renunciar pero decidió competir y obtuvo un valioso cuarto lugar, para demostrar que la actitud y el deseo de superación pueden vencer cualquier obstáculo.

“En los Juegos de Río 2016 hicimos un campamento en Brasil, en el estado de Fortaleza, para después viajar a la competencia y mi silla sufrió un desperfecto, pero en la Villa Paralímpica lograron soldar (la silla) sin llegar a estar en buen estado para competir. Mi entrenador estaba conmigo en ese momento y se da cuenta de la situación; lo más fácil hubiera sido renunciar por las condiciones en las que se encontraba la silla; sin embargo, decido competir y dar lo mejor de mí (…) aprendes a valorar y cuidar más tus materiales para que en una siguiente competencia no vuelva a suceder”, recordó el velocista.

Su prueba favorita, los 400 metros, refleja su esencia como deportista: una combinación de velocidad, decisión y fortaleza mental. Inspirado por figuras como el mexicano, multimedallista paralímpico, Saúl Mendoza o el suizo Marcel Hug, ganador de 12 majors del maratón, Leonardo de Jesús, entrena con el objetivo de representar a México en el máximo nivel del Deporte Paralímpico.

Ahora combina su carrera deportiva con sus estudios universitarios. Aunque ha sido complicado equilibrar ambas responsabilidades, con el apoyo de su entrenador y compañeros ha logrado avanzar en su formación académica, con la meta de culminarla en agosto de 2025.

Leonardo se enfoca en prepararse hacia los próximos retos. Su objetivo es destacar en el Grand Prix de Para Atletismo Guadalajara 2025 y la etapa de Nottwil, Suiza, con la meta de sumar puntos en el ranking en busca de conseguir una plaza al Campeonato Mundial de Para Atletismo que se realizará en Nueva Deli, India, del 27 fue septiembre al 5 de octubre próximos.

La historia de Leonardo de Jesús Pérez Juárez es un testimonio de resiliencia, esfuerzo y pasión. Su vida nos recuerda que no hay obstáculo demasiado grande cuando se tiene determinación y es claro el próximo sueño por cumplir.