Naomi Somellera Mandujano: Perseverancia por Siempre

La seis veces medallista de oro en Lima 2019 tiene como objetivo clasificar a Los Ángeles 2028 y superar lo hecho en París 2024

Naomi Somellera Mandujano, orgullosamente originaria de Comalcalco, Tabasco, representa con su historia una poderosa lección de vida, esfuerzo y superación. A sus 26 años, se ha convertido en una figura destacada de la Para Natación mexicana, una disciplina que abrazó desde los tres años como parte de su desarrollo físico, pero que con el tiempo se transformó en su pasión, su vocación y su motor.

Desde antes de nacer, Naomi fue ejemplo de resiliencia. Un diagnóstico prenatal sobre el acortamiento de sus extremidades llevó a sus padres a tomar una decisión que marcaría su destino, inscribirla en natación. Lo que comenzó como una recomendación médica se convirtió en la base de una carrera construida con disciplina, sacrificio y amor por el deporte.

Su infancia estuvo llena de exploraciones deportivas, desde la lucha libre hasta el básquetbol, pero siempre fue el agua el espacio donde se sintió verdaderamente libre.

“Me di cuenta de que me gustaba mucho el agua, pero a través de todo ese camino no sólo practicaba natación; me gustaba ir a cursos de verano de otros deportes como: la lucha libre, por ejemplo, llegaba yo a cursos de básquetbol, de fútbol, pero como que nada era igual a la natación, entonces me di cuenta que la natación fue la ganadora y desde ahí hasta hoy sigo dando lo mejor”, compartió la ganadora de seis medallas de oro en los Juegos Parapanamericanos Lima 2019, en las pruebas: 50m libres, 100m libres, 100m pecho, 50m mariposa, 200m combinado individual, en la clase S7, además de otro oro en el relevo 4x100m combinado,

Fue en Comalcalco donde recibió sus primeras enseñanzas, guiada por los profesores Franklin y Sergio, quienes no solo creyeron en ella, además la impulsaron a competir al lado de atletas convencionales. Naomi nunca se rindió. Cada reto fue una oportunidad para demostrar que los límites solo existen cuando se deja de intentar.

Hoy, además de ser atleta de alto rendimiento, la especialista en los 100 metros pecho estudia la Licenciatura en Dirección de Empresas de Entretenimiento, en la Universidad Anáhuac. Combinar entrenamientos exigentes con estudios universitarios implica grandes esfuerzos, traslados diarios y una agenda apretada, pero para ella todo vale la pena. La educación le brinda un equilibrio emocional que complementa su vida deportiva, recordándole que siempre hay más de una forma de construir el futuro.

Su carrera está marcada por momentos de gloria y de aprendizaje. En 2019, Naomi escribió una página inolvidable para el deporte mexicano al convertirse en la máxima medallista de la Delegación Nacional en los Juegos Parapanamericanos de Lima, con seis preseas de oro: pero, detrás de ese logro, hubo una batalla silenciosa contra una enfermedad que casi la deja fuera y contra todo pronóstico, triunfó. Porque cuando el corazón guía, el cuerpo responde.

“Para mí eso fue un reto muy grande, porque meses antes yo me enfermé y no sabía que era exactamente lo que tenía, y no había muchas expectativas de que yo ganara pues más que una medalla, dos por mucho, y cuando di la sorpresa de ganar seis, sí fue algo que a mí me sorprendió, porque creo que le di un poco la vuelta a la página para poder afrontar todo eso, creo que esa es una de las tantas competencias que llevo en mi corazón siempre”, mencionó.

Pero también ha enfrentado derrotas que la han fortalecido. En 2016, no logró calificar a los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro, una experiencia que la llevó a replantearse todo. Lejos de rendirse, convirtió el tropiezo en impulso y al año siguiente, salió del fondo de la adversidad, hasta tocar el podio, pues se colgó una medalla de oro y otra de plata en el Campeonato Mundial de Para Natación, en la Ciudad de México.

Su camino no ha sido fácil, pero ha sido suyo, tan auténtico como valiente.

Admiradora de la nadadora olímpica Rebecca Soni, Naomi ve en ella un ejemplo técnico y espiritual. La motivación la encuentra también en su propia piel: lleva tatuada una frase en italiano que resume su esencia: “Perseverancia por siempre.” Ese es su faro, su recordatorio constante de que los sueños se construyen paso a paso, brazada tras brazada.

Actualmente, se prepara para representar a México en la Serie Mundial de Guadalajara 2025, con la mira puesta en el Campeonato Mundial de Singapur. Su objetivo: posicionarse entre las ocho mejores del mundo en los 100 metros pecho, su prueba favorita. Lo hará de la mano de su entrenador, el profesor José Peláez, y con la misma entrega que la ha llevado a lo más alto.

Para Naomi, el deporte ha sido maravilloso, emotivo y, a veces, frustrante hasta en sus lados oscuros ofrece crecimiento y es por ello siempre gratificante. Cada lágrima, cada sonrisa, cada medalla y cada tropiezo han dado forma a la mujer fuerte y soñadora que es hoy.

A las nuevas generaciones, les deja un mensaje lleno de luz: “No todo sale a la primera, pero no te detengas. Inténtalo una y otra vez. El deporte es una escuela de vida, y tu familia siempre estará orgullosa de ti.”

Naomi Somellera es más que una atleta. Es inspiración pura. Es el reflejo de que, con perseverancia, pasión y amor propio, todo es posible.